A raíz del asesinato de su amigo Gregorio Ordoñez a manos de la banda terrorista ETA, entra en la política activa, en las filas del Partido Popular, ocupando importantes cargos a nivel regional y nacional. Sufre un cáncer y tras su recuperación, coincidiendo con sus diferencias con la dirección del partido, cesa voluntariamente de todas sus responsabilidades políticas.